Una introducción a las máquinas más potentes del planeta.
ExplorarImagina una computadora, pero con una capacidad de cálculo miles o millones de veces superior a la de tu PC. Eso es una supercomputadora. No se definen por una tecnología concreta, sino por estar siempre en la cima del rendimiento computacional.
Su propósito es abordar problemas enormes y complejos que serían intratables para ordenadores normales, como simular el clima global, diseñar nuevos medicamentos o desentrañar los misterios del universo.
¿Qué hace "súper" a una supercomputadora?
Miden su velocidad en operaciones de punto flotante por segundo, llegando a ExaFLOPS (trillones por segundo).
Utilizan miles o millones de procesadores (CPU/GPU) trabajando juntos en el mismo problema.
Necesitan acceso rápido a cantidades enormes de datos para las simulaciones complejas.
Redes especiales conectan los procesadores para que se comuniquen casi instantáneamente.
Son inversiones millonarias que requieren infraestructuras enormes y consumen mucha energía.
Capaces de abordar desafíos científicos y de ingeniería antes imposibles.
Su capacidad de cálculo abre puertas en innumerables campos:
Sistemas como Frontier (EE.UU.) o Fugaku (Japón) son ejemplos actuales que lideran el ranking mundial TOP500.
Las supercomputadoras son mucho más que ordenadores rápidos; son herramientas esenciales que potencian el descubrimiento científico y la innovación tecnológica. Nos permiten simular y comprender sistemas complejos a una escala sin precedentes, impulsando avances que benefician a toda la sociedad.
Aunque su funcionamiento interno es complejo, su propósito es claro: resolver los problemas más grandes y desafiantes de nuestro tiempo.